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jueves

ya llegaron por quienes lloraban...

Me encontré este apunte acuareleado de 1998, en donde mis monos están más deformes que de costumbre, el escaneo no le hizo justicia a los colores originales y del que no estoy seguro de haberlo posteado antes.
Ahora que si quieren ver algo más actual, compren el periódico o vayan

viernes

bueno, si no les gustan los monos...

...mejor pinto monas encueradas... digo, desnudos artísticos... ejem.








... y un Julio Cortázar

jueves

invitación

Este viernes 7 de diciembre a las 8:30 pm, expondré algunas acuarelas en el Resto-vino-bar MoMo, en la ciudad de Chihuahua. El MoMo está en la calle Independencia #1213, en la colonia Centro.

Las acuarelas estarán a la venta, es por eso que recomiendo que vayan ése día por si están interesados en alguna.

Por primera vez expondré acuarelas del Oso Bipolar. Y mientras me llega el volante oficial (si es que llega), dejo un detalle de lo que ahí se verá.

¿Se ve muy chico? Pues velo bien y completo en el MoMo este viernes e invita a tus amig@s.
P.D. en letras chiquitas que funge como gancho publicitario: ¡Es muy probable que lleve mi traje blanco!

viernes

¡los rolling stones!

una fábula

Se me juntó la chamba, no he dormido, pero dejo ésta fábula.
Fue lo primero que posteé en el blog, pero muy pocos la pelaron. He de decir que me gusta mucho este trabajo y tengo la ligera impresión de que éste fue el comienzo -inconsciente- de los momentos cumbres de mi vida.


Al rato regreso con algo nuevo.

martes

invitación

No planeo lo que pongo aquí.
Siempre tengo la idea y el tiempo para postear y si no hay nada de eso, simplemente lo dejo por la paz y me pongo a hacer algo de provecho, como leer la sección amarilla, escribir mis memorias en mi cuaderno bellamente empastado de piel de nutria o grabar mi demo para mi cd de poemas medievales.

Sin embargo, en el post del viernes pasado dije que ése sería como preámbulo de otro, osea éste. Pues nada, que era para dejar una invitación para una exposición y ya. Pero una pariente me envío unas fotos de unas acuarelas de mi abuelo y no puedo más que compartirlas. Qué quieren; soy un alma caritativa y mística.

Y al tener las fotos, me dije: "¿Qué más decir?", lo que quise y pude decir lo escribí en el texto ese de los escarabajos, hace 7 años, meses antes de que muriera mi abuelo. Sólo como un ejercicio de remembranza. Pero nada más. No me gusta mucho ventilar cosas que no sea mi trabajo y más en un lugar como éste, un blog, que sabe Dios quién verá... qué mañas tenga, o si sean del Yunque, o gente que lea libros de superación personal... o, -un momento-, (inhalo, exhalo, inhalo, exhalo, inhalo... -pienso en cosas relajantes, como el conflicto de Oaxaca o una conferencia de Fox- ya, es que me estresa la incertidumbre y acabo de ver la película "Hard Candy" y chale, cómo hay gente enferma... inhalo- exhalo...)

Ejem, prosigo, el asunto es que podría decir que sí, es un lujo tener antecedentes genéticos, luminosos, hereditarios, del destino o lo que sea, de familiares que fueron, son o serán artistas; el entender el mismo código de un abuelo o un tío que pinta y que la forma de
comunicación más profunda que tiene contigo no es la verbal, sino la misma que la de uno: los trazos y la contemplación. Que aunque uno haga "monitos" sabe en el fondo que esos monitos se pueden convertir, si se educan, en lienzos o papeles con agua de colores; que pueden -y deben- convivir Bach con Lennon, Pavarotti con Sabina; que el arte es lo mejor de esta vida y que ya completé el suficiente espacio para poder acomodar estas fotos de unas acuarelas de mi abuelo.

Entonces aquí está la invitación abierta, este jueves 22 en la Quinta Gameros, a las 20: 30. Para los que no estén en Chihuahua, van las fotos ya mencionadas, para que se den una idea y vean de qué se trata y de qué lado masca la iguana.

viernes

re-post

Exceso de trabajo y otras cosas, me impiden postear algo nuevo. Es por eso que vuelvo a poner un texto que publiqué aquí en junio del 2005, y que sirve de prólogo para lo que postearé el lunes.
Este texto lo escribí hace siete años, por si algunas fechas no cuadran.

pintando

El día que me sacaron del vientre de mi mamá; mi papá y mi abuelo materno se pusieron extremadamente contentos, pues después de varios nacimientos en la familia, yo era lo más parecido a un varón, con aplomo de hombre de verdad, que tenía más cejas que cabello y a la semana ya me estaba saliendo bigote y piocha. Los señores se emborracharon felizmente, brindando por el próximo... ¿doctor?, ¿Astronauta?, ¿Abogado?, ¿Diputado?, ¿Futbolista?, ¿Pianista de burdel?... (si supieran que 26 años después aquel niño no sabe todavía que será, o ¿es?).

Pero un aciago día, al pequeño Kabeza le pasaría algo determinante en su corta, pero existencialista vida. Negado para juegos físicos, (es horrible ser el último cuando dos amiguitos de la primaria seleccionan a sus equipos de básquetbol empezando por los mejores hasta terminar por los más maletas y para acabarla de amolar estar todo el partido en la banca), me consolaba dibujando convencido que era el jefe de jefes (después harían un concurso de dibujo en el salón y terminaría en tercer lugar con una regla de la campaña de Miguel de la Madrid como premio. Aún así continué dibujando monos y haciendo historietas que nunca terminaba o más bien terminaban como película francesa de muestra de cine: Con finales bien acá, bien absurdos o intempestivos. Por ese tiempo algunos domingos iba toda la familia al campo a comer carne asada como vikingos, pero a la mera hora de lo bueno mi abuelo tomaba sus cachivaches y se alejaba hasta perderse de vista.
Yo me iba a los troncos de los árboles a buscar escarabajos para torturarlos o de perdida dejarlos lisiados: si les dejas con una pata de cada lado, todavía caminan, si los dejas con solo las patas de un lado, caminan sobre su propio eje sin ir a ningún lado, si les cortas la cabeza su cuerpo todavía se mueve por un breve tiempo, si los apachurras parecen chiles en nogada. (Viéndolo bien yo también fui parte del Cuerpo de Torturadores de los 70s.

Una vez, en una de esas estaba, cuando vi a mi abuelo de pie frente a su transformer-caballete diseñado y fabricado por él mismo manchando un papel con agua de colores.
Lo que comencé a ver era más interesante que ver a los escarabajos retorciéndose de dolor por sus patitas perdidas. Vi como un viejo árbol, unas piedrotas y al fondo una oxidada y descarapelada puerta aparecían en el papel. Lo que pintaba era lo mismo, pero no era igual. Observaba el paisaje, luego la pintura y a pesar de ser iguales eran diferentes, además el cielo del paisaje era azul y en la pintura también, pero en este el azul se extendía, y tenia unas manchas como magentas, en el paisaje no había pájaros, pero en el cuadro se coló uno que quiso planear por el lado cálido de ese cielo manchado, el árbol del paisaje estaba firme y derecho, en la pintura el tronco esta ligeramente torcido, como si se hubiese cansado de estar tanto tiempo derecho, y las ramas estaban mejor distribuidas que en el original, con la puerta de verdad el tiempo había sido benevolente, pese a estar oxidada, descarapelada y carcomida, permanecía en su lugar, cerrando una entrada de una casa de adobe que ya no existía. Mi abuelo bien buena onda, la respeto y la pintó tal cual. Estuve todo el tiempo ahí, viendo como mojaba el pincel en un botecito de plástico, después con este pincel tocaba un color de la paleta, y luego otro, y los mezclaba, después rozaba ligeramente otro color, y lo volvía a mezclar, entonces con el pincel ya cargado, manchaba el tronco pintado con accidentados trazos.
(En ese tiempo yo sufría y me atormentaba con las tablas de multiplicar, y al mismo tiempo me reconfortaba pensar que nunca las iba a utilizar, pues yo iba a ser pintor como mi abuelo, y solo iba a multiplicar, y con calculadora, cuando fuese a vender mis cuadros -(y pensar que termine de monero, y la única operación matemática que hago es la resta... ¡Chale! Puras pérdidas)- pero después de ver todo el ritual de los colores, me preocupé sobremanera: "¿Cómo diantres voy a saber cual color se toca más que el otro?, ¿Cuánta agua tiene que tener el pincel, o sea, o sea, tiene que gotear o nomás estar mojadito?, ¿Y si mezclo amarillo con azul, será lo mismo que azul con amarillo?, Filosofaba en silencio.

Pero no dije nada. Nunca dije nada, siempre mudo como si fuese una rama más. Además no hacía falta hablar. A mi abuelo siempre le han enfurecido las preguntas estúpidas y yo no tenía preguntas ni estúpidas ni inteligentes ni capciosas, ni nada. Todas las dudas las despejaba viendo y rascándome la cabeza. Luego de un rato, comenzó a empacar su equipo, en un morral, y su nueva pintura en una carpetota, que estaba más grande que yo, a lo alto y a lo ancho. Después dijo: "terminamos Mario Alberto", y me dio su carpetota para que me la llevara. La tomé a lo ancho doblando mis falangetas, la canija carpetita estaba muy pesada, yo pensaba que había metido la puerta oxidada ésa para pintarla mejor, y luego me tropezaba con ella pues no me dejaba dar pasos largos, y cada cinco pasos me detenía a volverla a agarrarla otra vez, porque se me resbalaba, mi abuelo ya había llegado y yo todavía iba a mitad del camino, me detuve cerca de un árbol para respirar y vi claramente como unos escarabajos se reían de mí mientras huían hacia arriba.

lunes

poesía y tachas

En la noche, al Oso Bipolar le sale lo poeta y cae rendido ante su verdadero gran amor: La Osa Mayor.
Técnica: Acuarela sobre papel, una Coca Cola, 2 quesadillas y 1 cigarro y medio.

mi debut y despedida como dj

Tuc- tuc- tuc- tuc- tuc- tuc- tuc- ponchis- tuc-ponchis- tuc- ponchis- tuc- tuc- ponchis- cuik- cuik- tuc- ponchis- cuik- tuc- ponchis- cuik- cuik- cuik- cuik- ponchis- ponchis- ponchis- ponchis- tuc- tuc- cuik- ponchis- zap- zap- zap- cuik- ponchis- tuc- tuc- tuc- zap- zap- zap- ponchis- ponchis- ponchis- cuik- cuik- zap- zum- zum- zum- zap- ponchis- tuc- zap- cuik- ponchis- poing- poing- popopopopopopopopoing- punchis- zum- zap- ponchis- ponchis- zum- zam- cuaz- cuaz- cuucucuucucuaz- az- az- ponchis- tuc- tuc- tuc- zum- zum- poing- poing- poing- cuaz- cuz- cuz- ponchis- ponchis- fush- fush- fufufufufufush- ush- ush- ponchis- ponchis- ponchis- tuc- tuc- tuc- zum- poing- poing- cuiqui- cuiqui- cucucuciqui-
Tuc- tuc- tuc- tuc- tuc- tuc- tuc- ponchis- tuc-ponchis- tuc- ponchis- tuc- tuc- ponchis- cuik- cuik- tuc- ponchis- cuik- tuc- ponchis- cuik- cuik- cuik- cuik- ponchis- ponchis- ponchis- ponchis- tuc- tuc- cuik- ponchis- zap- zap- zap- cuik- ponchis- tuc- tuc- tuc- zap- zap- zap- ponchis- ponchis- ponchis- cuik- cuik- zap- zum- zum- zum- zap- ponchis- ponchis... (se repite)

sábado

de cuando fui muy interesante

Aprovecharé este día que pocos trabajan para contestar algo que me preguntaron en los comentarios y que respondí, pero, por lo visto, no lo vieron.
El 2006 fue de los años más chafas que he vivido, exceptuando los dos últimos meses y un trabajo que hice, que me mantuvo muy ocupado y que me gustó mucho.

Durante todo ese año colaboré en la revista Muy Interesante con unas ilustraciones que servían de monografías de distintos personajes de la historia.
Así fue que tuve que emprender la tarea de investigar cómo era la cara de Alva Edison, Vivaldi, Rodin, Dante y muchísimos personajes, entre líderes, músicos, escritores, villanos, pintores, deportistas y muchos más.
La mitad de cada mes del 2006 sacaba las acuarelas, pinceles y gracias al Google me ponía a buscar retratos de los implicados. De muchos conocía la cara, quizá de la mayoría, pero si iba a pintar a Mozart o Diego Rivera, tenía que tener un retrato de base.
Fueron 18 retratos por mes, osea, en total: 216 acuarelas de mucha gente que nunca me imaginé que iba a retratar.
Se acabó el año, y con él, el proyecto de los retratos.
A diferencia de escribir cuentos infantiles o de terror, esta clase de trabajo no será de ninguna manera "debut y despedida".
De eso me encargo yo, o dejo de llamarme Kabeza.

Aquí, la mayoría de las acuarelas. ¿A quién reconoces?

domingo

bob dylan

No es que los posts estén cada vez más raquíticos, sino que, como le dije a alguien en algún comentario, no sólo de blog vive el monero.

El lunes regreso con... (aquí entra un redoble de tambor)

sábado

café tacuba

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Kabeza ingresa cautelosamente al arte digital, clic... AQUÍ

martes

la oreja de van gogh


No, no voy a criticar otra vez los gustos musicales de los demás. Sólo me parece extraño el nombre que tomó el grupo español. Pero, si de nombres raros se trata, hay peores. "Los héroes del silencio" es un nombre bastante sangrón.
Pero el tema era, la oreja de Van Gogh. (No el grupo).
Cuando estaba en la prepa, leí un libro sobre la vida de Van Gogh, ahora lo releeo y me parece un tanto cursi, pero en ese entonces me gustó. Recuerdo que me sorprendió que se cortó una oreja y se la haya regalado a una mujer.
A partir de ahí no lo bajaron de loco. Pero ya se me pasó mi etapa Vangoghiana y no lo voy a tratar de defender.

Yo lo más extremo que le he regalado a una mujer, es una pestaña, y eso porque me la quitó del párpado.

(Este incoherente post, fue escrito sólo para justificar la imagen que aquí se muestra, una de las tantas acuarelas que fueron despreciadas por la sociedad chihuahuense, me preguntan que si volveré al parque a broncearme y vender libros... la respuesta no la sé. En caso de que así sea, avisaré el viernes)

-Reflexión del domingo pasado en el parque: Si los niños trajeran dinero, ya habría vendido todos los cuadros.