He estado en Chihuahua desde mediados de diciembre a causa de las fiestas de esas fechas y de ahí me seguí, en parte para lamerme las heridas y también por causas laborales.
No es novedad y hasta cansa decir que ultimamente es difícil vivir en Chihuahua, desde hace tres años esto ha cambiado y las cosas no son igual. Si sumamos el frío que había estado haciendo, resultaba tedioso y poco estimulante salir a la calle. (Ni al cine he ido, ¡No he visto Avatar! ¿me estoy perdiendo de una experiencia inenarrable? ¿Aún estará en cartelera en el D.F.?)
Antier fue uno de los días en que salí (¡en la mañana!) a arreglar asuntos de toda índole y después de unas horas de estar en la calle me tuve que quitar la chamarra porque me estaba dando calorcito.
"Yúju, al menos el clima está mejorando, lástima que ya me voy, pero... ¿y si me quedo unos días más a disfrutar lo que pueda sin andar cargando los 20 kilos de chamarra? Eh... no es mala idea, lo voy a meditar" -Pensé mientras me comía una banderilla en la Liber. (Esto de la banderilla no es cierto, pero lo digo para que los de Chihuahua comprueben que sí soy chihuahuense)
Ayer, salí a otros asuntos de finiquito y me arropé con mi chamarra de genuino esquimal, pero al estar abriendo la puerta recordé que el sol ya había abolido la ropa de invierno, así que:
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Me entró un frente frío por todos los recovecos y orificios de mi cuerpo.
El traicionero clima cambió y estaba ¡plumeando! (Aclaración: "Plumear" es a la nieve lo que chispear es a la lluvia, es decir estaba chispeando nieve)
En lo que va de invierno, no ha nevado ni un copito, ayer tampoco, pero era un indicio. Maldije mi suerte y regresé por mi chamarra de vaquero de Brokeback Mountain, pero ya era demasiado tarde. Esa refrescada equivalía a cuando no hay gas y uno se mete a la regadera de un sopetón.
Ahora tengo tos, garganta rasposa, voz de Chavela Vargas y dolor de articulaciones.
El calentamiento o enfriamento global ya me dio la señal: "Vete".
Ahora sólo falta que me dejen subirme al avión con síntomas de influenza AH1N1.
P.D: Este... ¿Ya dejó de llover en el D.F., verdad? ¡¿verdad?!