oficio

Era el 23 de marzo de 1994, el EZLN llevaba ya 3 meses de aparición y Salinas había mandado a Manuel Camacho a Chiapas como comisionado de paz y reconciliación, estaban las campañas presidenciales. A Colosio nadie lo pelaba y con Camacho en Chiapas, menos. Yo tenía 2 años publicando en el periódico.
Sentado frente a la mesa-comedor-archivo que me habían asignado para que moneara, planeaba el cartón del día, sería seguramente sobre los suéteres de Camacho o los chascarrillos del todavía cautivador Marcos, o de la sonrisa pegada de Cárdenas o de los ladridos de Diego, de todo, menos del intrascendente Donaldo.
En lo que me rascaba la cabeza, vi como todos los reporteros se agolpaban en la televisión del cubículo del editor. Me acerqué y oí a Zabludovsky diciendo que el candidato del PRI había recibido un balazo, que estaba en el hospital. El analista político que todos llevamos dentro salió de mí, y le digo al editor: Este pobre ya no sabe cómo llamar la atención.
El editor le dio una calada a su cigarro, me ve como un padre ve a su hijo llegando de su primera borrachera y me dice: A ver, pinche Monsiváis, ¿Ya hiciste tus monitos?, órale a especular a otro lado.
Ya eran las 7:30 pm, y debía esperar el desenlace para hacer el cartón, sin duda sería del atentado a Colosio. Minutos más tarde anunciaron que había muerto.
La redacción del periódico se desquició, reporteros buscando a funcionarios locales para saber su reacción, editores checando las agencias de noticias y el monero hecho bolita, transpirando en una bolsa de papel, sin saber cómo resolver su cartón.
Esa ha sido la vez que más trabajo me costó hacer el cartón, finalmente a eso de las 10:30 pm lo entregué. He de decir que después se puso muy divertida la cosa; con los fiscales especiales, las declaraciones de los priistas, y la designación del doble de Bubulín mejor conocido como el Doctor Zedillo.
Ahora 11 años después, muere un ineficiente secretario federal, en un sospechoso accidente. Pero yo he madurado, he adquirido oficio, sé mantener la calma, leo entre líneas, evalúo, sopeso, entiendo la coyuntura y el momento político e hice lo que todo monero profesional debe hacer: Un cartón sobre el huracán "Rita".