de por qué me retiré del fut-bol

Cuando había clases de "educación física" en sexto de primaria, a veces el profe llegaba crudo y nomás se sentaba y nos decía, "Échense un partidito".
En ese entonces había 2 grupos de cada grado, el "A" y el "B", yo estaba en el "B".
Nos ponían a todos de un lado y el par de los mejores para el fút de cada grupo iba escogiendo a cada jugador para su equipo. Y así fueron saliendo, "el yorch", "el castor", "el coco", "el menonita", "el jaco", "el licra", "el hache", "el bóiler"*...
Hasta que el final quedamos "el mandarín", quien era el clásico gordito nerd que llevaba "lonche" que le hacía su mamá y que no tenía amigos, y... yo.
Le tocaba el turno de escoger al líder del grupo "B", y tras recargarse en la pared y rascar su bigote de choco-milk, soltó: Escojo al "Mandarín".
He de decir que siempre fui muy amiguero, me invitaban a todas las fiestas, iban a mi casa, en fin, no era un relegado, pero en cuestiones de honor futbolístico, el líder del grupo "B", sacrificó la amistad y no quiso arriesgar.

El del "A", me dijo: Mira Güey, tú aquí te quedas y si tocas la bola me la pasas a mí o al "Klinex".
Estuve practicamente tres cuartos de partido sin tocar la pelota, nomás veía como el "yorch", burlaba a uno, dos, tres jugadorcitos y metía goles.
Por otra parte el "klinex", hacía lo propio y finteaba al "castor", y anotaba sus tantos.

Y así, hasta estar el marcador 4-4, yo nomás hacía como que perseguía al "jaco", hasta que en un mal pase del "bóiler", el esférico llegó a mí. Como todos estaban confiados en mi nulidad futbólistica, nadie me marcaba, así que volteé, impulsé mi pierna y de mi tenis "Panam" salió un tiro llevando al balón al poste, que se desvió al fondo de la portería.
Dos segundos de pasmo de los demás, luego me cayó el veinte y sonreí gritando: "¡gooooooool!", el líder del "A" y el "klinex", corrieron hacia mí para festejar el gol, pero no me alcanzaron.
El líder del "B", el "yorch", el "menonita" y el "castor" se morían de la risa al ver como corría hacia ellos para festejar mi gol.

Al profe le hizo efecto su Coca-cola con aspirina y nos gritó, "A ver, ya, se acabó la clase".
Mientras nos enfilábamos al salón, el líder del "A", me dijo: "Güey, estabas en nuestro equipo, ¿Por qué festejaste con los otros?".
-"Pos porque a mí me gusta festejar con mis compas".

Y ya, fin.


* (Los apodos fueron cambiados intencionalmente para salvaguardar la integridad moral de los implicados)