jueves

de por qué odié a mr. miyagi

Cuando era chico iba a la GUAY.
Bueno, al principio me llevaban y me obligaron a aprender a nadar, mis razonamientos infantiles eran: "¿Por qué diablos debo aprender a nadar en esta ciudad en medio del desierto?, Si viviera en Acapulco, bueno, se entiende, allá hay mar y quizá podría ser como el Chanoc del siglo XXI".
Después de aprender a nadar, sólo iba en las tardes a perder el tiempo, si me encontraba a algún amigo jugábamos basquetbol o veíamos a las gimnastas.
Pero un día, fatídico día, me llevaron al cine a ver una película: Karate Kid. Tramposa película que afectó a millones de niños de mi generación. Días después me enteré que había clases de karate en la GUAY, y una vez más, afectado por las malas influencias infantiles, convencí a mi hermano que entráramos a las clases. Mis padres un tanto confundidos porque por primera vez mi hermano y yo emprendíamos algo juntos, nos llevaron con una costurera para que nos hiciera la indumentaria (el karategui). Cuando nos entregaron el traje, lo miré, y le dije a la costurera: "Oiga, ¿No tiene cintas negras?, Ps´es que ésta es blanca y ni se distingue". La costurera se rió pensando que era un chiste y nos fuimos.

Creo que debí haberme asomado antes a las clases esas antes de animarme a entrar. Eso no era como la película. Al llegar al salón, sale un señor con el rostro desencajado, como de diputado perredista que no lo pelan (digo señor pues así se veía, capaz que era de la edad que tengo yo ahora). Nos dijo: esperen y se fue por un momento.
Momento en el que pensé: "Ah, va a avisarle al profe, de seguro ha de ser un señor chinito y chaparrito como Mr. Miyagi". Pero regresó con un señor que parecía luchador de lucha libre más que karateca; la cinta negra que traía sólo le daba una vuelta a su panza. Sin dirigirnos la palabra se metió al salón, bufando. Y antes de que se alejara más le dije: "Oiga profe, ¿Ya podemos entrar al salón?".
Se le erizó la nuca, las orejas se le pusieron rojas, soltó los brazos y dándose la media vuelta me ladró: "¿¡¡Y usted quién es!!?"
- "¿Y-yo?", Pos´vine a apren...
-"¡¡¡Lección número uno: No soy "profe"; soy Sensei!!!; ¡¡¡Lección número dos: No es salón, es Dojo!!!"
- "Ah, pos´es que..."
- "¡¡¡15 lagartijas apoyándose en los puños y contando en chino!!!"
- "¿Qué? -musité
El otro sujeto de la cara desencajada le dijo al panzón: "Éste acaba de llegar"
- "¡¡¡Pues que sean 20, contando fuerte!!!, y luego le enseñas la numeración"- Le soltó el gordis al malacara.
Mi hermano se encontró a unos amigos suyos en la clase y se fue con ellos, mientras yo me flexionaba, gritaba y pensaba: "Chale, yo creía que aún me faltaban 7 años para el servicio militar".
Los días siguientes no fueron mejores. Aprendí que todo el objetivo era aprenderse unas coreografías llamadas katas (no sé cómo se escribe), si te la aprendías y le ganabas a otro puberto en los fregadazos, ascendías de cinta. O algo así.
Un día me vio el profe, digo, sensei gordo practicar la kata, o como se escriba, se puso delante de mí y me grita: "¡¡¡Lance el golpe más fuerte!!!", yo tiraba golpes al aire con toda la parafernalia del grito incluído: "¡¡¡¡Yyyyyiiiiiaaaaaaaaaay!!!"
- "¡¡¡Más fuerte!!!" -me gritaba el tinaco karateca.
- "¿Más fuerte el grito o el golpe?" -Le pregunté, y otra vez se le pusieron las orejas rojas y me puso la panzota a 50 centímetros y me dice: "¡¡¡Pégame, aquí, aquí!!!", señalando la bola de grasa que tenía como estómago.
Yo me dije, "`Ora sí pinche mantecoso, voy a hacer que vomites a Mr. Miyagi, que de seguro te lo tragaste". Y... ¡¡¡Yyyiiiiiiaaaaaaaaiiih, yyiiiiiaaaaaiiihhh, yyyiaaaaiiiiiiyhhh!!!!, nunca he golpeado con tanta fuerza, pero aquella barriga era como una de esas reses muertas congeladas con las que entrenaba Rocky Balboa. No moví ni un centímetro al profe-sensei y éste continuó gritándome por toda la clase.

Al salir de la GUAY, me entretuve un rato en la cafetería y vi por la ventana que el gordo karateca se acercaba a su carro, el cual estaba siendo lavado por uno de los lavacoches que trabajan ahí. Algo le dice el sensei gordo, le da una palmada en la espalda, se ríen, le paga y se va.
Y yo me dije: "Ah pinche panzón, tú también viste Karate Kid y tienes a tu Daniel-san... a éste sí lo estás entrenando"

17 comentarios:

webita dijo...

y cuanto tiempo duraste en tus clases de karate?

el maléfico doctor Bob dijo...

Mi querido cabeza, no has sido el úncio con experiencias traumáticas con el karate, pinche película que hizo que mi jefe me clavara al dojo, porque a mí también me cagotearon con lo de salón y maestro. Según esto aprendería disciplina y la manga del muerto, aprendí que no es fácil ser el niño flaco del vestido, menos si eres cinta blanca, porque los otros chamacos siempre querran medir fuerzas al mero estilo de las cavernas. Lo que si recuerdo con placer, es la novia del sensei, Gina era su nombre, una preciosidad que mis inverbes 7 o 8 años ya despertaba cosquilleos por todo mi karateca cuerpecito. Como al mes que me salí del karate, cerraron el dojo, ahora creo que es una escuela de secretariado

rfr dijo...

no mames! buenísimo el post, breath in, breath out,
...y llegastea la clase de atrapar moscas con palillos?

Anónimo dijo...

¡Gong!

En el rancho sólo nos pasaban películas de Bruce Lee, pero mi papá nos advirtió que estaba prohibido imitarlo porque lo que él realizaba era imposible para los demás...

Así que nos compró un balón de fútbol y nos dedicamos a imitar a Maradona desde el mundial de España 82 (bueno aspirar cocaína como Diego tampoco se nos permitió).

Saludos.

El Zórpilo.

El Perro dijo...

Has retratado la historia de muchos, mi hermano y yo también estuvimos en clases de natación en la Guay y de Karate en el DIF... (cosas del tercer mundo) pero solo duramos 4 clases porque el profe, digo sensei se le paró en el estómago a mi hermano e hizo que regresara hasta lo que había desayunado (y eso que las clases eran en la tarde)... Yo no odié a Mr. Miyagi... pero si las clases de karate...

El Perro dijo...

Has retratado la historia de muchos, mi hermano y yo también estuvimos en clases de natación en la Guay y de Karate en el DIF... (cosas del tercer mundo) pero solo duramos 4 clases porque el profe, digo sensei se le paró en el estómago a mi hermano e hizo que regresara hasta lo que había desayunado (y eso que las clases eran en la tarde)... Yo no odié a Mr. Miyagi... pero si las clases de karate...

Humano dijo...

yO SIGO iendo a la la YMCA, ejercito. Y jamas vi karate, siempre judo y Tae Kwon do...
jamas pase de cinta blanca a pesar que estuve 3 años.

Anónimo dijo...

Kabito:
Por qué no cuentas cuando trataste de incursionar, ahi mismo en la guay, en las clases de aerobicos? Te veias bien chistoso con bermudas hawaianas, las piernas más blancas que la leche y tenis converse! Jaja eso sí que fue chistoso!!!

Anonymous dijo...

Ejercicio? yo paso...

Lo mas que he hecho, es jugar en las maquinitas de baile...y una o dos canciones nada mas...

emekael dijo...

chiales!

Mr. Miyagi (EPD) siempre rifó, pero pinchis maestros kuleys, digo yo fui un poko más extremo al ir al kick boxing, y vaya ke eran madrizas.

Así ke opté por pedir un balón de fut y una guitarra...

Ahora soy un músiko frustrado por no haber sido futbolista profesional...

Anónimo dijo...

A mi también me torturaron en la GUAY, en gimnasia, la maldita maestra-no-sensei me gritaba que no llorara en la viga, porque no la iba a ver y me iba a caer. Obvimanete lloraba más. Estúpida YMCA.

P.D.: LOL significa Laugh out Loud (abreviado). Necesitas más cultura cibernética Kabeza.

Roberta Sparrow dijo...

Que mierda Kabeza... a mi el karate siempre me ha parecido una gran mamada... tuve un novio "karateca" ja! craso error" nos posible que le otorguen tanto valor a algún objeto inanimado.

Paul Medrano dijo...

Ni hablar, Dios los hizo y nos juntamos: casi son prófugos del karatazo. Yo tambor, y aunque sólo fui una vez, juré jamás pararme en un recinto de ese tipo, previo ojo morado de por medio. :(

Kabeza dijo...

Webita: Un mes, creo, ese día me salí.

Doctor Bob: ¿Gina? mmmh, ese nombre me recuerdo a Gina MOntes (suspiro).

Rfr: No, puro matamoscas.

Zórpilo: Es más difícil hacer lo que hacía Maradona a lo que hacía Bruce Lee...¿no?

Perro: ¿Acaso todos los sensei son así?

Humano: Pos creo que a tí te fue peor.

Mk: Pos yo soy monero y como no fui karateca contraté a 3 guaruras.

Maritoña: .... no, no es chistoso.

Marko: Las maquinitas de baile son gays. de nada.

Araña: ¿Eras gimnasta de la GUAY?, capaz que eras de las que veíamos en sus leotardos... (LOL!)

Skylar: ¿Cuál era el objeto inanimado?, ¿Tu novio?.

Paul: POs sí, parece que invoqué a puro tránsfuga de los dojos.

Anónimo dijo...

No kabeza, lo que paso es que te metiste al dojo del profe malo!, de haber continuado hubieras sido derrotado por daniel-san en un torneo con su golpe de tamborcito-chingaquedito.

Yo tambien entre un dia al karate y sali desepcionado ya que no aprendi ningun "golpe de la muerte"(B.Simpson dixit) solamente nos pusieron a hacer ejercicios bastante aburridones.

Y asi yo creo que varios pasamos por el gym y la escuela de musica. Somos una generacion bastante inconsistente o victimas de malos maestros que no supieron captar nuestra atencion.

Guillermo 3:16 dijo...

A mi me metieron a fuerzas al tae kwon do y fueron tantas las veces que el pinky coriano nos daba chingadazos con el bambú, que preferí salir por corriendo

Anónimo dijo...

Puyeyos. Full Contact y Muay Thai son la onda.

Eso sí, ya los practiqué pasada la pubertad, de chamaco no me latían.

D.