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sábado
miércoles
8 cosas del oso bipolar
He sido elegido para responder un cuestionario en donde debo decir 8 cosas que nadie sepa de mí.
Pero, he decidido que el que responda el cuestionario sea el Oso Bipolar, pues él tiene una vida más interesante.
1- El Oso Bipolar fue una vez a la casa de Carlos Monsiváis, y fue atacado por una de sus felinas mascotas.
2- El Oso Bipolar carece por alguna misteriosa razón, del sentido del olfato y esto ha sido aprovechado de cruel manera por sus amigos.
3-El Oso Bipolar aprendió a hablar hasta los 3 años, y su primera palabra fue "sangre", pero dicho en un lenguaje desconocido.
4- Cuando el Oso Bipolar toma caguamas, se quita la ropa, prende la web cam y se pone a chatear.
5- Una vez, cuando estaba en la secundaria, el Oso Bipolar detuvo un desfile del 20 de Noviembre frente al gobernador, por una distracción inesperada.
Pero, he decidido que el que responda el cuestionario sea el Oso Bipolar, pues él tiene una vida más interesante.
1- El Oso Bipolar fue una vez a la casa de Carlos Monsiváis, y fue atacado por una de sus felinas mascotas.
2- El Oso Bipolar carece por alguna misteriosa razón, del sentido del olfato y esto ha sido aprovechado de cruel manera por sus amigos.
3-El Oso Bipolar aprendió a hablar hasta los 3 años, y su primera palabra fue "sangre", pero dicho en un lenguaje desconocido.
4- Cuando el Oso Bipolar toma caguamas, se quita la ropa, prende la web cam y se pone a chatear.
5- Una vez, cuando estaba en la secundaria, el Oso Bipolar detuvo un desfile del 20 de Noviembre frente al gobernador, por una distracción inesperada.
6- El Oso Bipolar es buenísimo jugando Scrabble, repito, buenísimo.
7- Cuando estaba en el kinder, su mamá lo disfrazó de pingüino para un festival. Espantoso trauma.
8- El Oso Bipolar tiene una excelente pronunciación del inglés. La envidiaría el mismísimo Paul McCartney.
7- Cuando estaba en el kinder, su mamá lo disfrazó de pingüino para un festival. Espantoso trauma.
8- El Oso Bipolar tiene una excelente pronunciación del inglés. La envidiaría el mismísimo Paul McCartney.
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martes
lost
Al tener ocho años, uno ya podía emprender una de las aventuras más emocionantes que se podría imaginar. Había llegado el momento, estaba preparado para la misión: Ir solo a la tienda a comprar la leche y los refrescos.
La tarea era aparentemente fácil, la tienda estaba a 3 cuadras de la casa y sólo una esquina que doblar. Con el equipo listo, la bolsa de mimbre, el billete de diez pesos y una piedra en el bolsillo del pantalón por si al atarantado del vecino se le había olvidado cerrar la reja y su perro boxer estaba merodeando en la banqueta.
A la primera cuadra, mi mente discernía en qué era más conveniente: gastarme el cambio en un mazapán o en un Duvalín. A la segunda cuadra, respiré aliviado al darme cuenta que el perro boxer del vecino me ladraba desaforadamente ...desde la reja, luego doblé la esquina para la última calle en donde estaba mi destino. Pero al llegar, me encontré con la puerta de la tienda cerrada con tres candados. No podía fracasar así en mi primera misión en solitario. Recordé otra tienda que estaba cuatro cuadras más lejos. Sí, era arriesgado alejarse del perímetro permitido, además de que la señora de la otra tienda tenía la facultad de ignorar a los menores de 18 años que iban a su changarro, dándole preferencia a las señoras vecinas con las que tenía largas discusiones, charlas o chismes. Y uno tenía que esperar pacientemente que terminara de criticar a la señora que se acababa de ir, con la que estaba llegando.
Sin embargo, era temprano, aún no atardecía y yo no podía llegar a mi casa con las manos vacías con el pretexto de que estaba cerrado. Entonces, convencido comencé la travesía a la segunda tienda. Seguro que era fácil, sólo eran cuatro cuadras más y dos esquinas que doblar. Pero la suerte no me acompañaba; el primer obstáculo fue un perro de raza desconocida que se me quiso abalanzar, a 3 metros de que llegara a morderme algún hueso, saqué la piedra de mi bolsillo y se la arrojé, sin atinarle, pero asustándolo y logrando que huyera. Tomé otra piedra por si otro can osara enfrentarme y seguí mi camino.
Llegué a la tienda y extrañamente no había clientes, ni siquiera señoras platicadoras. Compré lo encargado y mi Duvalín. Al salir, destapé mi dulce, tiré la palita-cucharita pues todo mundo sabe que el Duvalín se come a lengüetazos, y me dispuse a empezar mi retorno. Caminé una cuadra, guardé la golosina en mi otro bolsillo y saqué la piedra por si volvía el perro por sus fueros, pero me fui dando cuenta que había un terreno baldío que no había visto antes, luego una casa con techo color rojo que tampoco me era familiar. "No, por aquí no es, es la otra calle" -me dije sin perder la compostura. Continué por la otra calle, donde otro perro, de esos blancos y peludos que ladran como si fuesen Doberman, me trataba de espantar desde una ventana de otra casa que no había visto tampoco. Entonces ya un poco inquieto, me detuve y pensé: "A ver, pequeño Kabeza, calmado, respira y fíjate bien, si allá está la tienda a la izquierda y... ah jijo, no, la tienda está a la derecha, pasando el poste del señalamiento... ¿¡Dónde está el poste con el señalamiento?!".
Siguió el acabose: Con las piernas guangas, sudando frío, sensación de irrealidad y temiendo lo peor, me di cuenta que me había perdido. -"¿Y ahora?, ¿Qué será de mí?, ¿Dónde voy a vivir?, ¿Qué voy a comer?, ¿Cuánto tiempo podré racionar el medio Duvalín que tengo en mi bolsa del pantalón?, ¿Me echarán de menos en mi casa?, ¿Se darán cuenta de mi ausencia cuando vayan a cenar y se den cuenta que no hay leche?, ¿Y si se les ocurre no cenar con leche y así ni siquiera abran el refrigerador y por consiguiente ni se percaten de que les falta un hijo?, ¿Y si le pago a un taxi con el medio galón de leche?, ¿Y si nunca conozco el amor?, ¿Y si ...." ...Sumido en esas reflexiones tan profundas y trascendentales estaba, cuando, como una ráfaga vi pasar a Gonzalo en su bicicleta.
Gonzalo era un vecino dos años mayor, que vivía casi enfrente de mi casa y que me hacía ver mi suerte cada vez que "jugábamos"; lo odiaba. Por presumido, gandalla y sangrón, pero en ése momento el miedo le ganó al odio y grité: "¡¡¡Gonzalooooooo!!!", él se detuvo mirándome con esa maldita sonrisa de lado burlona. "¿Vas a tu casa?, ¿Vámonos juntos, no?" -le pregunté tragando orgullo. "Estás loco, no traigo los "diablitos" para que te subas a la bici, además con ésa bolsa que traes nos vamos a caer" -me contestó.
"N-n-no, yo me voy caminando, nomás te sigo", "Bueno" contestó acomodando sus pies en los pedales y manejando la bicicleta como si fuera en una carrera, acelerando cada vez más. Y ahí iba yo corriendo tras él como perro sin reja que lo apresara, mientras el maldito de Gonzalo se reía sin entender por qué corría atrás de él, casi arrastrándo la bolsa con la leche que debió hacerse malteada y los refrescos que explotarían en cualquier momento; tratando de no perderle la pista.
La tarea era aparentemente fácil, la tienda estaba a 3 cuadras de la casa y sólo una esquina que doblar. Con el equipo listo, la bolsa de mimbre, el billete de diez pesos y una piedra en el bolsillo del pantalón por si al atarantado del vecino se le había olvidado cerrar la reja y su perro boxer estaba merodeando en la banqueta.
A la primera cuadra, mi mente discernía en qué era más conveniente: gastarme el cambio en un mazapán o en un Duvalín. A la segunda cuadra, respiré aliviado al darme cuenta que el perro boxer del vecino me ladraba desaforadamente ...desde la reja, luego doblé la esquina para la última calle en donde estaba mi destino. Pero al llegar, me encontré con la puerta de la tienda cerrada con tres candados. No podía fracasar así en mi primera misión en solitario. Recordé otra tienda que estaba cuatro cuadras más lejos. Sí, era arriesgado alejarse del perímetro permitido, además de que la señora de la otra tienda tenía la facultad de ignorar a los menores de 18 años que iban a su changarro, dándole preferencia a las señoras vecinas con las que tenía largas discusiones, charlas o chismes. Y uno tenía que esperar pacientemente que terminara de criticar a la señora que se acababa de ir, con la que estaba llegando.
Sin embargo, era temprano, aún no atardecía y yo no podía llegar a mi casa con las manos vacías con el pretexto de que estaba cerrado. Entonces, convencido comencé la travesía a la segunda tienda. Seguro que era fácil, sólo eran cuatro cuadras más y dos esquinas que doblar. Pero la suerte no me acompañaba; el primer obstáculo fue un perro de raza desconocida que se me quiso abalanzar, a 3 metros de que llegara a morderme algún hueso, saqué la piedra de mi bolsillo y se la arrojé, sin atinarle, pero asustándolo y logrando que huyera. Tomé otra piedra por si otro can osara enfrentarme y seguí mi camino.
Llegué a la tienda y extrañamente no había clientes, ni siquiera señoras platicadoras. Compré lo encargado y mi Duvalín. Al salir, destapé mi dulce, tiré la palita-cucharita pues todo mundo sabe que el Duvalín se come a lengüetazos, y me dispuse a empezar mi retorno. Caminé una cuadra, guardé la golosina en mi otro bolsillo y saqué la piedra por si volvía el perro por sus fueros, pero me fui dando cuenta que había un terreno baldío que no había visto antes, luego una casa con techo color rojo que tampoco me era familiar. "No, por aquí no es, es la otra calle" -me dije sin perder la compostura. Continué por la otra calle, donde otro perro, de esos blancos y peludos que ladran como si fuesen Doberman, me trataba de espantar desde una ventana de otra casa que no había visto tampoco. Entonces ya un poco inquieto, me detuve y pensé: "A ver, pequeño Kabeza, calmado, respira y fíjate bien, si allá está la tienda a la izquierda y... ah jijo, no, la tienda está a la derecha, pasando el poste del señalamiento... ¿¡Dónde está el poste con el señalamiento?!".
Siguió el acabose: Con las piernas guangas, sudando frío, sensación de irrealidad y temiendo lo peor, me di cuenta que me había perdido. -"¿Y ahora?, ¿Qué será de mí?, ¿Dónde voy a vivir?, ¿Qué voy a comer?, ¿Cuánto tiempo podré racionar el medio Duvalín que tengo en mi bolsa del pantalón?, ¿Me echarán de menos en mi casa?, ¿Se darán cuenta de mi ausencia cuando vayan a cenar y se den cuenta que no hay leche?, ¿Y si se les ocurre no cenar con leche y así ni siquiera abran el refrigerador y por consiguiente ni se percaten de que les falta un hijo?, ¿Y si le pago a un taxi con el medio galón de leche?, ¿Y si nunca conozco el amor?, ¿Y si ...." ...Sumido en esas reflexiones tan profundas y trascendentales estaba, cuando, como una ráfaga vi pasar a Gonzalo en su bicicleta.
Gonzalo era un vecino dos años mayor, que vivía casi enfrente de mi casa y que me hacía ver mi suerte cada vez que "jugábamos"; lo odiaba. Por presumido, gandalla y sangrón, pero en ése momento el miedo le ganó al odio y grité: "¡¡¡Gonzalooooooo!!!", él se detuvo mirándome con esa maldita sonrisa de lado burlona. "¿Vas a tu casa?, ¿Vámonos juntos, no?" -le pregunté tragando orgullo. "Estás loco, no traigo los "diablitos" para que te subas a la bici, además con ésa bolsa que traes nos vamos a caer" -me contestó.
"N-n-no, yo me voy caminando, nomás te sigo", "Bueno" contestó acomodando sus pies en los pedales y manejando la bicicleta como si fuera en una carrera, acelerando cada vez más. Y ahí iba yo corriendo tras él como perro sin reja que lo apresara, mientras el maldito de Gonzalo se reía sin entender por qué corría atrás de él, casi arrastrándo la bolsa con la leche que debió hacerse malteada y los refrescos que explotarían en cualquier momento; tratando de no perderle la pista.
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¿A qué viene todo esto?, a que hoy, me volví a confundir con las calles y me perdí. Con la diferencia de que ni estaba cerca de casa, ni me encontré a ningún gandalla en bicicleta. Bueno, sí me encontré a un gandalla, pero iba en taxi, y me bajó una lana por llevarme a mi guarida.
lunes
justificante
P-p-pero mañana sí habrá. No pierdan la esperanza. Vuelve mañana. Que la Fuerza te acompañe. Tururú.
viernes
jueves
tiempo
Al rato posteo, es que es bien noche y estoy cansado, ah, y también al rato contesto los comentarios del pasado post.
Neta, al rato regreso...
Neta, al rato regreso...
domingo
the kabeza´s times (versión df)
Editorial
Nacional
NacionalSin freno la narco violencia
Agencia Afro.- Innumerables son las muertes que ha dejado la violencia entre los ajustes de cuentas de los cárteles del narcotráfico, en diversos estados de la República Mexicana. Entambados, rafagueados, ejecutados, desaparecidos y decapitados han sido encontrados en varios puntos del país. Ante esto, un ciudadano común, declaró: "No, pos osea, yo no sé nada de los decapitados, osea, a mi me dicen Kabeza, pero así, con "K", jejeje, ¿qué original, no?, este... pero nada que ver. Osea, está gacho perder la cabeza, como yo una vez, la perdí, pero metafóricamente hablando, osea, aquí la traigo puesta, pero la "perdí" por circustancias que no vienen al caso..."
El cartón
Por: Pipo
Local
Pánico en céntrica colonia de la capital
De la redacción, México, DF.- Habitantes de conocida y populosa colonia del Distrito Federal, entraron en pánico y zozobra colectiva al descubrir que un extraño sujeto merodeaba las inmediaciones de sus casitas. Hubo quien dijo que lo vio en paños menores en la azotea de un edificio haciendo escándalo y gritando consignas anarquistas-nihilistas. Elementos del cuerpo de granaderos sitiaron el edificio en cuestión y detuvieron al escandaloso, que por obvias razones no revelaremos su nombre y llamaremos "Kabeza", quien alcanzó a declarar: "Oh, pos es que se me acabó la ropa limpia y subí a la azotea a lavar mis prendas, osea, me cerraron la lavandería y pos no me gusta ponerme la ropa sucia, y pos, este... como se me acabó y ya no tenía nada, pos me subí en calzoncillos, pero eran del Hombre Araña, osea, no estaban acá muy ofensivos. Además si se encueran en el Zócalo, y les toman fotos ¿qué tiene de malo estar en la azotea con disfraz de Chanoc?. Además, a veces ahí en los lavaderos de la azotea, están la del 11 y la del 12 y a veces traen buenos chismes... ¡Represión!, ¡represión!"
Deportes
La misma historia de siempre con la Selección Nacional en la Copa de Oro
Después de sudar la gota gorda con la selección de Cuba, el Tricolor perdió ante el equipo Hondureño con un marcador de 2-1. Este medio salió a la calle a preguntarle a los aficionados su opinión y a la salida de desconocido congal defeño, entrevistamos a un parroquiano: "Este... no, osea, pos yo ni vi el juego, yo nomás vine a dejarle un recado a una persona, osea, yo ni soy de aquí... osea, yo soy de Chihuahua, eh... ¿Sabe dónde está la estación Zapata?, es que creo que ya me perdí"
Espectáculos
Se vuelven a reunir por enésima vez los integrantes de Timbiriche
El síndrome Michaeljacksiano o Peterpanesco, se ha apoderado una vez más de un grupo de trasnochados treintañeros que se resisten a dejar el niño teto que llevan dentro y le han ordenado saquear los bolsillos de otros trasnochados que llevan dentro su niño ñoño. Ante esto, otro treintañero no tan trasnochado, que responde al nombre de "Kabeza", dijo: "Aaah no, a mí ni me pregunten de esas cosas, que el grupito ese marcó mi pubertad con puros malos recuerdos de tardeadas, bateos, frustraciones y acné. Yo por eso mejor corro, vuelo y me acelero" finalizó mientras emprendía la graciosa huída.
Clasificado
Cambio 3 tlacoyos, 2 boings de guayaba, 5 boletos del Metro, 4 películas piratas y tarjeta del Metrobús (todo en buenas condiciones), por un paquete de tortillas de harina que no sean "Tía Rosa" y Guía Roji de este año.
miércoles
momentos cumbres de mi vida (36)
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.........................................P.D: Ya leí y apunté los pedidos-comentarios del pasado post. (no sé que pensaban aquellos que exigían que los respondiera todos, ¿Qué les voy a responder?, aunque algunos más que respuesta merecen que me les ponga al brinco -¿Verdad, Observadora?-)
Hay un 95% de probabilidades de que sí se haga lo de las playeras, sólo estoy buscando el lugar adecuado donde se puedan hacer, ya que esté todo claro, les aviso y explico cómo estará la onda.
Por mientras, cualquier duda, en el mail: elosobipolar@hotmail.com se tratará de responder, ya sea por correo o por messenger.
Y ya, fin. Un saludo a la seño que me pretendió agarrar una nalga en el Metro, no me enojé, sólo me confundí un poco. Amor y paz.
viernes
¡encuesta! ...y bipolaridades (actualización)
Ya lo había oído.
Pero quería verlo con mis propios ojos. Que los actores Diego Luna y José María Yazpik abrieron un restaurant-bar-antro en Coyoacán, llamado: "La Bipolar". Así que me preparé física, química y psicológicamente para ir a conocer el mencionado lugar.
Y sí, efectivamente, existe y así se llama. Pero además el sitio está intencionadamente kitsch. Ya le iba a dar un trago a una Lulú de grosella cuando me di cuenta que no eran Lulús, sino salsas en botellas de Lulú. (Plop)
Y como buen hombre de provincia, aproveché la ocasión para dejar un recuerdito a las afueras del lugar: (Bueno, no yo, sino otro bipolar)
La emoción por las coincidencias y casualidades es evidente
Y ahora, un agradecimiento a quienes me recordaron lo del calendario de éste mes. Los imecas me invadieron el cerebro y se me había olvidado. Valga ésta imagen como un pequeño homenaje al "Sgt Pepper's Lonely Hearts Club Band", en su 40 aniversario:
(Reutilizo este post para que sigan respondiendo la encuesta, ya me voy dando una idea de qué tan factible es convertirme en micro empresario y dejar la moneada para hacerle competencia al tal Slim y vea de qué lado masca la iguana.
-----------------------------------------
Antes de seguir con la programación habitual de éste blog, pido la participación del hipotético público para contestar una bonita y entretenida encuesta a manera de investigación de mercado (o como se diga):
1- ¿Comprarías una playera del Oso Bipolar?
2- Si tu respuesta es "sí": ¿Crees que debería ir el Oso en su etapa agresiva o la pre-agresiva?
(si tu respuesta es "no", no contestes, aguad@)
3- ¿De qué color te gustaría la playera?
4- ¿Qué talla eres, S (small), M (medium), L (large), XL (extra large), TR (tinaco rotoplas)?
5- ¿En qué estado de la República vives, o en qué país?
6- ¿Conoces a alguien más que pudiese estar interesado en esta posible playera?
7- ¿Tienes primas?, ¿Están de buen ver?
Pero quería verlo con mis propios ojos. Que los actores Diego Luna y José María Yazpik abrieron un restaurant-bar-antro en Coyoacán, llamado: "La Bipolar". Así que me preparé física, química y psicológicamente para ir a conocer el mencionado lugar.
Y sí, efectivamente, existe y así se llama. Pero además el sitio está intencionadamente kitsch. Ya le iba a dar un trago a una Lulú de grosella cuando me di cuenta que no eran Lulús, sino salsas en botellas de Lulú. (Plop)
Y como buen hombre de provincia, aproveché la ocasión para dejar un recuerdito a las afueras del lugar: (Bueno, no yo, sino otro bipolar)
La emoción por las coincidencias y casualidades es evidente---------------------------------------------------------------------------------------------
Y ahora, un agradecimiento a quienes me recordaron lo del calendario de éste mes. Los imecas me invadieron el cerebro y se me había olvidado. Valga ésta imagen como un pequeño homenaje al "Sgt Pepper's Lonely Hearts Club Band", en su 40 aniversario:
(Reutilizo este post para que sigan respondiendo la encuesta, ya me voy dando una idea de qué tan factible es convertirme en micro empresario y dejar la moneada para hacerle competencia al tal Slim y vea de qué lado masca la iguana.-----------------------------------------
Antes de seguir con la programación habitual de éste blog, pido la participación del hipotético público para contestar una bonita y entretenida encuesta a manera de investigación de mercado (o como se diga):
1- ¿Comprarías una playera del Oso Bipolar?
2- Si tu respuesta es "sí": ¿Crees que debería ir el Oso en su etapa agresiva o la pre-agresiva?
(si tu respuesta es "no", no contestes, aguad@)
3- ¿De qué color te gustaría la playera?
4- ¿Qué talla eres, S (small), M (medium), L (large), XL (extra large), TR (tinaco rotoplas)?
5- ¿En qué estado de la República vives, o en qué país?
6- ¿Conoces a alguien más que pudiese estar interesado en esta posible playera?
7- ¿Tienes primas?, ¿Están de buen ver?
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Y para que no se vea tan descolorido éste post, va una imagen de la brújula que acabo de descubrir exactamente al pie de mi ventana:
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